miércoles, 22 de agosto de 2012

RUSIA: UNA SECTA ISLAMICA VIVIO 10 AÑOS ENCERRADA EN UN BUNKER

Vivían desde hace más de diez años como en la Edad Media. Sin electricidad ni calefacción, en un búnker subterráneo, sin vínculos con el exterior. Eran unas 70 personas, entre ellas 20 chicos que nunca fueron al colegio, estaban sucios y andrajosos. Se trata de una secta islámica que acaba de ser descubierta por la policía de Tartaristán, una república de tradición musulmana que integra la Federación Rusa.
 
Los adeptos de la secta vivían en el búnker preparado por su líder espiritual, Faizrajman Satarov, de 85 años, en una vieja casa transformada en mezquita clandestina en Kazan, la capital del Tartaristán, precisó el Ministerio de Interior local. El lugar estaba rodeado de muros, y por dentro estaba tan sucio que el hedor provocaba náuseas, contaron los policías.
Satarov, quien en 1964 se declaró profeta, impuso a los miembros de la secta una vida reclusa y les prohibió salir del refugio salvo por urgencias. Sólo dejaba ir al mercado a sus más estrechos colaboradores.
Los niños “no tenían contacto con el mundo exterior, no fueron a la escuela ni a instituciones médicas , lo que constituye la peor de las violaciones de los derechos del niño”, detalló el Ministerio.
El refugio, construido en forma de laberinto, incluía pequeñas celdas de 2×3 metros, “donde los niños vivían en condiciones insalubres, sin aire fresco”, precisó la misma fuente. Todos los chicos hallados allí fueron hospitalizados.
El búnker fue allanado el 1 de agosto, pero recién ayer se difundió la noticia, que causó conmoción. La policía lo descubrió cuando investigaba el atentado contra un muftí de Tartaristán, Ildus Faizov, de 49 años, a mediados de julio, informó la prensa rusa. Una bomba fue colocada en su automóvil, pero como no llevaba el cinturón de seguridad, fue despedido del vehículo y sólo resultó herido. Faizov es conocido por su línea dura frente a las organizaciones que promueven un islam radical en Tartaristán.
Las autoridades encontraron en el búnker 20 niños, la mayoría de menos de seis años, tres de ellos bebés, según un comunicado citado por las agencias rusas. Un video disponible en la página web del Ministerio de Interior mostró a hombres barbudos y mujeres con velo gritando a los policías cuando se llevaban a los chicos.
La justicia ya inició investigaciones contra Satarov y contra varios de los adultos implicados, por negligencia en sus responsabilidades para con los niños. Pero no explicaron cómo esta secta pudo existir durante más de diez años sin levantar sospechas de la policía.
Fuente: Clarin.

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