sábado, 18 de agosto de 2012

LA REVUELTA ARABE SE INICIO CON LOS SAHARAHUIS

Fatma Mehdi, Unión Nacional de Mujeres Saharauis. La chispa que dio origen a la primavera árabe surgió en el desierto del Sahara, asegura el filósofo estadounidense Noam Chomsky. Más precisamente, a 12 kilómetros de El Aaiún, la ciudad norafricana reclamada como capital de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) que, desde que España decidió abandonar su enclave colonial a fines de 1975, se encuentra bajo control del Reino de Marruecos.

Por Javier Borelli.

La chispa que dio origen a la primavera árabe surgió en el desierto del Sahara, asegura el filósofo estadounidense Noam Chomsky. Más precisamente, a 12 kilómetros de El Aaiún, la ciudad norafricana reclamada como capital de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) que, desde que España decidió abandonar su enclave colonial a fines de 1975, se encuentra bajo control del Reino de Marruecos. Allí, el 9 de octubre de 2010, un grupo de saharauis decidió instalar unas carpas en protesta por su relegada independencia. La iniciativa pacífica incentivó a miles de personas cansadas de los abusos marroquíes y, en pocos días, casi 40 mil manifestantes desbordaron el campamento. El reclamo alertó al rey Mohammed VI que decidió actuar sin demoras y, antes de cumplirse las 30 noches de protesta, mandó a "levantar" el campamento. El eufemismo dejó al menos 19 acampantes muertos, 700 heridos y 160 desaparecidos. La chispa que consumió rápido las tiendas saharuis avivó otros fuegos en los países árabes y dejó en el reclamado territorio de la RASD algo más que cenizas.
"La primavera empezó allí, aunque muchos hablen de Túnez o de Egipto y lo pasen por alto", reivindica Fatma Mehdi, secretaria general de la Unión Nacional de Mujeres Saharauis (UNMS), una organización que nació al calor de la lucha independentista para contribuir en la gesta nacional y discutir el lugar de la mujer en la floreciente sociedad. Mehdi vino a Buenos Aires para difundir "la situación de violencia en materia de Derechos Humanos que está sufriendo nuestra población en la zona ocupada" y para "intentar" que Argentina reconozca a la RASD, uno de los 16 territorios considerados como "no autónomos" por las Naciones Unidas. Misma denominación que tienen actualmente las Islas Malvinas para la ONU (ver aparte), aunque entre ambos casos haya más diferencias que kilómetros de distancia.
En 1991 la ONU acordó con el Frente Polisario y Marruecos un acuerdo para llevar adelante un referendo sobre su soberanía. Envió una misión especial, conocida por sus siglas como MINURSO, pero el trabajo que pretendía realizar en ocho meses aún no concluyó. "Primero se puso una fecha para el referéndum en el ’92, luego en el ’93 y así se han ido retrasando hasta hoy. Al principio la demora fue por el tema de los votantes, porque cuando Marruecos vio que la base para la votación era el censo español del ’75, se dio cuenta de que iba a perder y rechazó por completo el referéndum. Luego el problema fueron las opciones: la incorporación de los territorios ocupados a Marruecos, la autonomía o la independencia. Ahí Marruecos rechazó la tercera como opción. Solamente aceptan, entonces, la incorporación o la autonomía. Pero la autonomía es algo que se puede aplicar a un territorio que siempre ha sido de un país y ese no es el caso", razona Mehdi.
–En este contexto, ¿cuál es el trabajo de la MINURSO?
–Se supone que está controlando el territorio. Vigilando el cese de fuego principalmente porque fue una de las partes del acuerdo. Pero para los saharauis, mejor no tener una oficina de Naciones Unidas si ni siquiera es capaz de proteger a los ciudadanos. MINURSO es la única misión en el mundo que no tiene incluido el monitoreo de Derechos Humanos. Entonces a la gente en las zonas ocupadas no se les permite organizarse, no pueden siquiera poner una bandera saharaui en la calle.
–¿Cómo hacen entonces para comunicarse?
–Siempre hemos sido víctimas de un bloqueo informativo. Entonces, por ejemplo, nos enteramos del paradero de algunas personas cuando gente que había estado desaparecida durante muchos años da su testimonio y cuenta con quiénes había compartido la cárcel. Así se explica que no haya una familia que no tenga un desaparecido o un preso. Hay más de 500 personas que no sabemos dónde están, sin decir nada de los secuestros y de las desapariciones forzadas que, fundamentalmente, sufren las mujeres.
–¿Lograron poner en funcionamiento sus propios medios de comunicación?
–Hay una televisión saharaui y una radio, pero no llegan a la zona controlada por Marruecos, donde solamente están los medios de comunicación marroquíes y venden el tema como se les da la gana. Quienes viven allí no pueden coger los canales de nuestra televisión porque está todo preparado para interferir.
–Por eso, adquirir visibilidad internacional se vuelve fundamental.
–Es que no se conoce la realidad. Tenemos que duplicar los esfuerzos porque el reconocimiento es imprescindible. Por ejemplo, a nivel del Consejo Superior de la ONU (donde se discute el proceso de descolonización de la RASD) sólo pueden estar los países miembro. Entonces, si esos países reconocen nuestros derechos pueden intervenir para apoyar que las decisiones tomadas allí sean más justas y aporten a pasos más concretos para avanzar en el tema.
–¿Cuál ha sido la respuesta desde el exterior?
–Mucha gente piensa que como estamos en un proceso de paz ya está todo solucionado. Pero no es así. Estos años de proceso han sido los más difíciles para la población saharaui. Hemos sufrido más que en la guerra. Por la humillación que sienten los jóvenes. Por el muro que los marroquíes fortalecen cada día más poniendo más minas y más soldados. Tiene 2700 km y hay más de 150 mil soldados y 7 millones de minas anti-personas.
–Con cifras así cuesta creer que no haya una condena global.
–Ocurre que Francia, como aliada de Marruecos, está utilizando su poder de veto en el Consejo de Seguridad para impedir que la MINURSO tenga la supervisión de los Derechos Humanos. Luego, fuera de la ONU, el lobby marroquí es muy fuerte. Vende el país progresista, el país turístico y ofrece muchos viajes gratis. Desgraciadamente nuestras invitaciones no son las mismas. Nosotros invitamos para que la gente conozca los sufrimientos que está viviendo nuestro país. «
Madres, Abuelas y Malvinas
“La experiencia de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo merece ser aprovechada en todo el mundo”, afirma Fatma Mehdi, llegada al país desde Brasil, donde participó del XV congreso de la Federación Democrática Internacional de Mujeres (FEDIM) en representación de la Unión Nacional de Mujeres Saharauis (UNMS).”Nosotros tenemos muchas madres que tienen el mismo problema. Por eso estamos intentando acercarnos y aprender de ellas”, asegura quien ganó su lugar en la organización luchando por los derechos de las mujeres en campos de refugiados. Al contrario de lo que la cultura occidental suele asociar, el velo que rodea su cabeza no remite a un rol de sumisión en la sociedad: “Las diferencias de género están en la cultura y en las reglas sociales que algunos imponen e intentan mezclarlo con la religión”, explica. Por eso no sorprende que Mehdi haya venido a Argentina a promover el reconocimiento oficial de su país que, por el momento, es considerado un “territorio no autónomo” por la ONU. “Argentina tiene el mismo problema con las Malvinas. Entonces vemos que no tiene que ser difícil el reconocimiento y el apoyo al derecho a la autodeterminación para el pueblo Saharaui”, razona. Si bien reconoce que las gestiones diplomáticas serán largas, Mehdi afirma que se vuelve “con una buena impresión” del país. “Aquí se ve muy bien el fruto del trabajo de muchas organizaciones de base que han hecho mucho para reconstruir la Argentina democrática. Por eso pensamos que no va a ser difícil que reconozcan a nuestro país.”

Fuente: Tiempo Argentino.

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