martes, 5 de junio de 2012

EL MEDIO ES EL MENSAJE (DE TEXTO)

Este año se cumplen dos decadas del SMS. El “servicio de mensaje corto” es dos veces más usado que Internet: cuatro mil millones de personas mandan mensajitos cada día. Los ciento sesenta caracteres que cambiaron el mundo fueron creados entre Francia y Alemania.
 

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Por Mariano Blejman

Facundo García recibe un mensaje por celular el 24 de diciembre del 2010 cerca de las 12 de la noche, con el siguiente texto: “Facundo te pido por favor venite que mamá está muerta...”. García intenta llamar, pero el servicio está saturado: corre desesperado llorando hasta su casa, sube por el ascensor y cuando abre la puerta está su familia festejando: “¿Y mamá?”, pregunta desconsolado. De pronto suena el sonido del mensaje de texto con la parte que faltaba: “... de sueño”. La anécdota corresponde al colega Facundo García, cronista de este diario, y sirve para comprender la penetración del SMS en sus veinte años de vida y para analizar su funcionamiento.
El SMS (servicio de mensajes cortos, por sus siglas en inglés) es dos veces más usado que Internet. Cuatro mil millones de personas usan el SMS en todo el planeta. El SMS fue creado en mayo de 1992 como parte del estándar de la tecnología móvil GSM (groupe spécial mobile, en francés), pero el primer mensaje se envió el 3 de diciembre de ese mismo año: “Feliz Navidad”, decía el envío que salió de la computadora de Neil Papworth al teléfono móvil de Richard Jarvis. La idea de encontrar un tamaño standard (el más pequeño posible) de envío de textos para codificar había sido de Matti Makkonen, pero el creador nunca la patentó. Y nunca cobró un centavo por su genialidad. Pero la posibilidad de enviar 160 caracteres entre computadoras surgió del tamaño promedio de las oraciones, según alguien alguna vez averiguó: se trataba del alemán Friedhelm Hillebrand, que descubrió que ése era la cantidad “perfectamente suficiente” como para codificar en tiempos de comunicaciones analógicas sin demasiada investigación rigurosa, según él mismo confió.
Veinte años más tarde, se envían 192 mil mensajes de texto cada segundo alrededor del mundo en esta red sobre la cual se inspiró Twitter para sentenciar las frases en 140 caracteres (más 20 disponibles para el usuario). El mensaje de texto se sigue usando por fuera de Internet y muchas veces en conexión, como si fuera el único punto de conexión de las comunicaciones virtuales con “el mundo real”. Cabe recalcar que el SMS no es un invento del Silicon Valley, sino una creación europea. El primer servicio comercial fue presentado por Nokia en 1993, pero en el año 1995 apenas el 0,4 por ciento de los estadounidenses enviaba mensajes de texto.
El primer invento revolucionario asociado a los teléfonos celulares que enviaban mensajes fue el sistema de texto en 9 teclas, una tecnología predictiva. En 1997 el Nokia 9000i Communicator presentó el primer teclado “full” para enviar mensajes. Y recién en 1999 los mensajes pudieron enviarse entre distintos operadores telefónicos. Podría decirse que recién a comienzos de los 2000 el servicio de SMS explotó como modelo de negocio para las telefónicas y en 2003 los primeros programas de American Idol inauguraron una era de relación interactiva con la televisión. El año 2007 fue el primero en el que las personas enviaron más mensajes de texto que llamadas telefónicas. En 2011 el acrónimo LOL (Laugh Out Loud) que se usa para reflejar un estado de alegría en inglés fue incorporado al diccionario de Oxford. El uso de los mensajes de texto ha seguido aumentando, en curiosa consonancia con el crecimiento de Internet.
Durante mediados de los ’90, la cultura de los mensajes de texto se convirtió en una nueva forma de lenguaje: palabras entrecortadas, códigos y acrónimos de todo tipo dieron lugar a un nuevo tipo de literatura. Nuevos records Guinness, competencias de velocidad, las academias de literatura entraron en pánico: es el fin del lenguaje, dijeron. En Argentina, la adopción masiva del uso de los mensajes de texto llegó recién a fines de los años ‘90, cuando empezaron a dejarse de lado aquellos históricos ladrillos de color beige que vendía Movicom. El crecimiento vino de la mano de la llegada de la tecnología SIM con tarjetas más baratas e intercambiables. Los números son sorprendentes: entre 2007 y 2010 se triplicó la cantidad, llegando a más de seis mil millones de millones de mensajes. Todavía hay dos tercios del planeta que usa mensaje de texto, y lejos de ser una tecnología perimida, su uso ha aumentado exponencialmente en los últimos años.
Gran parte del éxito de los mensajes de texto como sistema de comunicación global es que fue una tecnología adoptada rápidamente por generaciones jóvenes. El motivo por el cual el SMS sigue creciendo en paralelo con Internet pareciera ser bastante simple: una tecnología barata, al alcance de la mano, con el tamaño justo para decir lo que uno tiene que decir, con redes analógicas (y también digitales) transportando los mensajes de un lado al otro del planeta, y muchas veces como único medio de comunicación cuando las redes andan de manera intermitente y el sonido es malo.
Con el transcurso del tiempo y el crecimiento de Internet como standard de comunicación, muchas empresas intentaron conectar sus servicios en línea con las plataformas “terrestres”. Twitter y Facebook ofrecen desde épocas tempranas la posibilidad de comunicarse desde mensajes a la red social, y Google, por ejemplo, chequea la identidad de sus usuarios a través de mensajes de texto. En estos años, los mensajes de texto generaron 585 mil millones de dólares para los operadores a nivel global y se esperan mil millones de millones de ingresos en los próximos siete años. Una buena noticia en menos de 160 caracteres.

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