miércoles, 2 de marzo de 2011

UNA VOZ VIVE MULTIPLICADA EN CANCIÓN


FAMILIARES Y AMIGOS DE JORGE CAFRUNE CONCRETARON EL RECORRIDO QUE EL HABIA IMAGINADO

Por iniciativa del misionero Joselo Schuap, varios músicos y admiradores del cantor –entre otros, su hija Yamila y su compañero de aventuras Chiquito Gutiérrez– llevaron tierra de Boulogne Sur Mer a Yapeyú, como lo había soñado él.

Por Karina Micheletto


Existe un recorrido profundamente simbólico para la música popular argentina, un itinerario diagramado por quien nunca llegó a cumplirlo: es el que va de la Catedral de Buenos Aires a Yapeyú, en Corrientes, aquel que Jorge Cafrune imaginó unir a caballo en el verano de 1978, para rendir homenaje a José de San Martín llevando tierra de Boulogne Sur Mer a su lugar de nacimiento. El cantor partió el 30 de enero e imaginó llegar a destino el 25 de febrero. Nunca lo logró; a la altura de Benavídez fue atropellado por una camioneta en lo que fue caratulado como accidente, y siempre quedó en la sospecha popular como homicidio, en tiempos en que muchas de las banderas musicales de Cafrune habían sido prohibidas. Treinta y tres años después, un grupo de músicos, familiares y amigos del jujeño, acompañados por una nutrida caravana de gauchos a caballo, acaban de plantar otra bandera en su nombre: Cafrune sigue vivo, en canciones.
Lo que hicieron estos músicos y admiradores de Cafrune, por una iniciativa del misionero Joselo Schuap, junto a gente como Yamila Cafrune, hija del cantor, Chiquito Gutiérrez, quien iba con él en el momento en que fue atropellado, y con “padrinos” de la movida como León Gieco, fue cumplir exactamente con el recorrido original imaginado por Cafrune, concretando en cada punto una serie de homenajes y aquello que Schuap define en diálogo con Página/12 como “atentados culturales”. Tras casi dos meses de marcha, los protagonistas de este homenaje recorrieron los 752 kilómetros de la denominada “Gira H2O”, y finalmente el viernes pasado hicieron una entrada que definen con emoción como “surrealista”.
“Eramos una pequeña multitud, en el camino se fue sumando gente a caballo, en autos, camiones, con casas rodantes. Cuando entramos nos estaba esperando todo el pueblo y Yamila entró llevando el cofre con tierra que había llevado su padre”, cuenta Schuap. “Yo no entré a caballo, sentí que no podía porque no soy gaucho, preferí dejarles el lugar a otros músicos que están más cercanos a esa identidad. Siento lo mismo, pero lo expreso de otra manera, tengo otro perfil. Y además, viajo en mi caballo, que es mi colectivo.” Schuap tiene un Mercedes modelo ’61 con el que desde hace casi diez años recorre el país en diferentes proyectos musicales trashumantes, al que ahora se suma este homenaje al que llamaron “Cuando llegue el alba”. “Lo que hicimos fue otro atentado cultural —sigue Schuap—. Llegamos levantando la bandera de Cafrune, que fue prohibido por un gobierno militar, y nos recibieron los granaderos, la banda del Ejército, el municipio de Yapeyú, todas las fuerzas vivas de la ciudad, dando la bienvenida a un grupo de músicos con barba y pelo largo. Gracias al poder de la música juntamos lo que alguna vez fue irreconciliable”, se enorgullece.
Schuap destaca el homenaje que rindieron en la plazoleta de Tigre, muy cerca de donde murió Cafrune, del que participaron Yamila Cafrune y Chiquito Gutiérrez, quien cabalgaba junto a Cafrune aquel fatídico 31 de enero de 1978. “Se han hecho otros recorridos de homenaje, pero ésta es la primera vez que se hace con el cofre y la tierra que llevaba Cafrune en sus alforjas, de la manera en que él lo soñó”, destaca Schuap. “Invitamos a las agrupaciones tradicionalistas y los gauchos de cada pueblo nos fueron acompañando en el trayecto. Gente muy humilde, peones de campo, esos a los que Cafrune les cantaba.” Una vez cumplido el objetivo, Schuap y su gente tienen otros desafíos. Cubrir el trayecto entre Ushuaia y La Quiaca, por ejemplo, retratando la experiencia de la Ruta 40 en un documental. O concretar “Ríos libres para pueblos libres”, una gira desde el Hospital Borda hasta la Triple Frontera, donde participará el periodista Ramón Chao, padre de Manu Chao. Aventuras motorizadas por el poder de la música.

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