jueves, 17 de marzo de 2011

"NO HAY COSA CON MENOS ONDA QUE EL DINERO"


Aprovechando la reciente edición de un DVD que registra su primer Luna Park, Germán Daffunchio, líder de Las Pelotas recuerda a Tavo Kupinski, su ex guitarrista. En su casa de las sierras cordobesas, filosofa a su manera y se ríe de la típica “carrera de rock.


Por Pedro Irigoyen


Está la palabra. Y está la acción. Lo que se canta y lo que se dice, no siempre coincide con lo que se vive. Germán Daffunchio, capitán de un barco de poetas y locos llamado Las Pelotas, heredero de la vanguardia de Luca Prodan y Sumo, tiene como tesoro más preciado su autenticidad y su coherencia. Canta lo que siente. Siente lo que canta. Y vivió una vida en consecuencia. Encontró su refugio en algún lugar de Córdoba, su lugar en el mundo, y en una tarde de mucha luz, en la inmensidad de las sierras, nos recibió el día después de cerrar el escenario mayor de Cosquín prestándose para una charla con la muerte, el dinero y el camino recorrido, como ejes de su rebeldía.
¿Creés en el poder de estos lugares, sentís que te llenan de energía? Sí, una energía muy poderosa. Mucho más que la estupidez humana. Venís acá y en un momento el lugar te absorbió. Para mí es una ayuda, a veces me paro delante de piedras que sé que tienen 300 millones de años, y quiero que me cuenten.
¿Te acerca a la verdad? La de sentirte efímero, pequeño y vulnerable… La búsqueda de la verdad es bastante contradictoria. Siempre es muy relativo. La explicación de lo que es la vida, para qué estás aquí, qué es Dios, si existe o no existe. Yo lo siento todo a nivel energía, en la naturaleza hay fuerzas que son las que manejan todo en la vida, en el mundo, en el universo. Pero creo que tratar de preguntarse y explicarse qué es lo que es la vida, es una verdadera pérdida de tiempo. Nuestro cerebro es tan ínfimo, tan nada. No puede explicar esto, los datos que tiene son insuficientes. Pero hay otra parte que agrega certeza a eso, que es lo que uno siente. La vida es mucho más de lo que nosotros podemos llegar a percibir. Casualmente, este tipo de entornos, como el mar, la playa o la montaña, cambian la dimensión que tenemos de nosotros mismos. Me gusta la sensación de que el tiempo es ahora. Mañana podés no estar. El arte no es encontrar la explicación, sino saber vivir.
Cada día es “La última batalla sobre la Tierra”, como decía Don Juan ...
Completamente de acuerdo. Si algo te dan los años, es experiencia. Cuando tenés 20 años, sos una sopa de hormonas. De ideologías. Después la vida misma te va templando. Pueden pensar que es algo depresivo, pero no. Al contrario, es para valorar más tu instante acá y ahora. En la vida hay que tratar de dejar todo lo posible, porque de cuantas menos cosas dependas, más libre vas a ser. Me parece que la vida es mucho más simple. Tantas cosas, tele, celu, son para contener la tremenda sensación de que estás de paso. No creo que la intensidad sea lo que vos hagas, sino lo que estás sintiendo en cada instante. Si el hueco lo tenés adentro del alma, está adentro del alma.
La historia del señor que era tan pero tan pobre que sólo tenía dinero … Tal cual. El dinero es un tema, si hay algo que nos tiene, si hay algo que es Dios en este momento, es el dinero. El mensaje del sistema es que es la posibilidad de que vos seas feliz o no. Las grandes corporaciones te han hecho creer que si no tenés un vibrador para sacarte los rollos del culo sos un boludo. Está bueno afrontar la realidad y el presente de cada uno. Saber que en cualquier instante podés partir. No para hacer cualquiera, para sentirlo y darle más valor al día a día. Yo de mi vida no tengo nada, nunca guardé una foto, notas, discos, nada. No es mi alimento. Siempre odié la imagen del progreso entendido como tener cosas. No hay cosa con menos onda que el dinero. En los códigos de hacerlo, entra todo. Sin principios. ¿Cuánta guita necesitás para empezar a vivir? Te hace evadirte.
¿Sentís que esta generación está derrumbando esos fundamentos? ¿Manejando otra sensibilidad? Soy conciente de eso. Ver a mis hijos en el pogo me emociona. Nosotros fuimos una generación sin referentes, crecimos con una pistola en la cabeza. No teníamos ídolos que sobrevivieran a través del tiempo. Una generación muy solitaria. Es cierto que ahora está cambiando.
Decías que el dinero no es tu alimento, ¿de qué cosas te alimentás? La tierra, los pájaros, el cielo, el sol, el aire, los afectos, los grandes momentos. Compartir con la maravillosa certeza de saberlos únicos, de esas cosas, no mucho más. Me enferma cuando voy a Buenos Aires y veo la magnitud de lo que significa Gran Hermano , o los otros pelotudos que bailan y todo eso. Me preocupa, están haciéndose millonarios con sus programas, le están haciendo mal a la gente, aunque la gente no se dé cuenta. Viviendo vidas ajenas a través del ojo de una cerradura. Me parece nefasto ese mundo falso. Irreal. Es una herramienta extremadamente grosa. Te hacen creer lo que quieren. Bajo la excusa de la caridad se llenan de mosca por idiotas que gastan guita votando. Me da bronca y tristeza. ¿Quiénes son nuestros héroes? Este es un momento de mucho éxito para la banda, ¿cómo te pega eso? Toda la vida trabajamos sin pensar en ese éxito. Para nosotros éxito es vivir de lo que hacemos. Un grupo no es un tema, es la vida. Mil temas. Trabajamos toda la vida siendo fieles a nuestra actitud combativa.
¿Y cuánta de esa actitud combativa sentís que se la deben a Luca? Mucho, en el fondo el Tano tenía un gran desprecio por la vida. No por la esencia de la vida, sino por la vida del ser humano. Cuando volvés de tantos años con la heroína, no tenés para nada miedo a morirte. Luca, ante ciertas cosas que despreciaba, actuaba en consecuencia. Cosas simples. No jugaba de estrella, era así. Si algo coincidió entre todos nosotros fue la rebeldía. En Warm Mist le cantaba a su hermana, que se suicidó, y le decía que no iba a morir como ella, sino brillando en lo alto, que tenía que hacer lo que había venido a hacer al mundo. Y eso era venir a la Argentina a hacer el quilombo que hizo. Ese espíritu se marcó. Yo soy un Sumo. Es mi escuela. Así lo entendí siempre, él iba al choque como loco, y está bueno.
¿Cómo hubiera sido Sumo hoy? Va a ser siempre la gran duda. En After Chabón , el último disco, logramos el punto máximo en la fusión de estilos y las formas de cada uno. Era demoledor, pero no era así como estaba preparada la historia.
¿Y cómo es tu visión de la muerte? Volvemos a la cabeza y a tratar de explicar la vida. En la naturaleza aprendés viendo morir a los animales. Cómo toman ellos la muerte. No se hacen problema. El ser humano tiende a tener miedo a lo desconocido. Por eso se crean las religiones, para armar una especie de seguridad. Una explicación de por qué estás respirando, mirando. He aprendido a no pensar sobre eso, porque ya va a llegar. Ya viene. Y ahí voy a saber lo que es. Ayer nos mirábamos con los chicos, después del show, y nos decíamos qué afortunados somos. Hace años venimos caminando juntos, luchas eternas. Vernos, guerreros, llenos de cicatrices, y todavía sentir la emoción, la tremenda felicidad de hacer lo que estamos haciendo. Si después de 20 años suceden esas cosas, quiere decir que está bien. En todas las sociedades humanas siempre existen pequeños demonios, vanidades, falta de valor, egocentrismo, ambición, codicia. Nosotros estamos tan unidos que es muy gratificante. Ninguno se cree un semidiós, necesitamos uno del otro. Creemos en la asociación humana. Arte, sin pensar mucho, dejando que fluya el alma.


EL ÚLTIMO VIAJE DE TAVO


En su última nota en este suplemento, antes de su fatal accidente, Tavo Kupinski, ex Piojos y Las Pelotas, habló maravillas de Germán Daffunchio y su gente. El dice: “Lo que pasa es que Los Piojos desde muy chicos se convirtieron en una sociedad anónima. Nosotros primero nos tuvimos que hacer fuertes internamente para llevar adelante los años de lucha. Me preguntan si nos sentimos un grupo con desgracia, y la verdad, es totalmente lo opuesto. Me siento afortunado de que se nos haya cruzado en la vida Tavo. Haber vivido las emociones y sentimientos que vivimos. El quedó muy mal después de Los Piojos y creo que nosotros de alguna manera lo cuidamos. Nunca permití que me hablara mal de sus historias con ellos, porque lo conozco a Andrés y a todos, y no me meto por respeto. Pero lo que me decís es un regalo, mirá la suerte que tengo, que el tipo se va de viaje y nos dice gracias, los quiero. Es fantástico. Todos lloramos mucho su muerte. Pero de egoístas. Se fueron muy rápido. Nos dijimos, Tavo nos pide que no lo defraudemos, que no lo lloremos y hagamos lo que sabemos hacer. Teníamos que poner el pecho, salir y dar todo. Las muertes inesperadas son más fuertes. Pero fue una dicha encontrarlo, algo maravilloso, está bueno cuando te encontrás con iguales. Ser músico no es saber tocar la guitarra, es hacerte cargo de la vida del músico. Hacerte cargo de lo que decís, de lo que sos. Así debería ser con todos. Fue un orgullo maravilloso. Entre las películas que te podés hacer sobre la muerte, una es que está acá. Bueno, esto es para vos Tavo. Y quién te dice, por ahí lo está escuchando”.

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