miércoles, 30 de marzo de 2011

"LOS HOMBRES SOMOS UNOS TARADOS"


Mex Urtizberea, un excéntrico de raza. El creador de Magazine For Fai se incorporó a RSM. Y es columnista en ESPN aunque no entiende “nada de deportes”. Cómo se hizo cómico por casualidad.

Por Leandro Filozof


Detrás de la puerta, lo primero que asoma son los anteojos con vidrios gruesos y ese no peinado que lo vuelven inconfundible. El look de Mex Urtizberea lo completan una remera roja y un jean oscuro. En su casa suena bien fuerte jazz instrumental, que rápidamente se ocupa de bajar un poco. Por fuera de la pantalla, Urtizberea no es tan extravagante, pero mantiene esa imagen aniñada de alguien al que nada parece preocuparle. Se define “cansado”: está trabajando a la vez en televisión –RSM y Pura Química– y en su obra Pasión inútil.–¿Cómo funciona la obra?–Es la primera vez que hago teatro y la verdad que va muy bien, la gente se divierte mucho. Está todo relacionado con la pasión inútil: emprendimientos que no resultaron, fracasos amorosos o cosas que nos pasan a todos. Como el tema “Sabete”, que dice “Sabete que te estoy mirando pero no escuchando, me colgué mi amor”. A la mujer le encanta conversar, no tanto coger, y el hombre va con el ganso en la mano, para después contarles a los amigos. La verdad es que somos unos tarados pero disfrutamos de eso.–¿Con Pura Química llegó la masividad?–En realidad fue con Los Exitosos Pells. Sebastián Ortega ya me había llamado para Lalola pero yo estaba haciendo Mañana vemos y quedó en la nada. Pero me volvió a llamar con Los Pells. Grababa todo el día, una locura, pero como justo me había divorciado, me mantenía entretenido y lo disfruté.–Es el segundo año de Pura Química. ¿Fue mutando el programa?–Sí, se armó un equipo, se definieron los roles. Germán Paoloski es un conductor maravilloso, muy rápido, combinamos bien, lo mismo con Zabaleta, Azcurra y Chatruc.–¿Cómo fue que terminó trabajando en un canal de deportes?–En el canal no existía ese tipo de programas y tres días antes de empezar, un amigo me llamó porque me estaban buscando y no sabían si yo iba a aceptar. En mi puta vida pensé estar en una señal de deportes, no entiendo nada de deportes, pero me di cuenta de que es mejor porque es parte del humor. Es más de lo mismo.–¿Por qué?–Porque uno imagina lo que va a hacer en la vida pero nunca sale de ese modo. Hoy me toca reencontrarme con Mariana Fabbiani en RSM. Con ella trabajé en el ’98 en Móvil 13 y algunas veces más, y nos tenemos un gran cariño. Estoy en un momento de reencuentro. Es muy rara la vida, por eso lo de la pasión inútil, porque todo lo que se planifica después va para otro lado o resulta otra cosa.–¿Usted no imaginaba terminar trabajando en televisión?–Yo me iba a dedicar a la música, el actor era mi hermano. Mi sueño era tocar en Europa, me fui un año allá pero no funcionó. Violeta (N. de R.: su hija) tenía seis meses, fue muy engorroso todo. Después a los 30 cambió todo. Me topé con (Alfredo) Casero en el Parakultural y nos hicimos amigos, y me invitó un día a De la cabeza a tocar el piano y terminé firmando un contrato. No lo podía creer. Yo vivía de dar clases de música y dejé todo.–También hizo radio, sacó dos libros, tuvo participaciones en cine.–Son formas de expresión, tampoco he profundizado en ninguna. Me he encontrado con distintos lugares y escenarios no sé si por desafío o qué, pero me divierte.–Creó Magazin For Fai, La Kermex, Dormevú, estuvo en Cha Cha Cha, hizo ficción, ¿hay alguno que haya disfrutado más?–El más emblemático es For Fai, que quedó más como obra.–¿Cómo habría que presentarlo: músico, actor, humorista, escritor?–La música es algo que me acompañó desde chico y la televisión es algo que hice mucho tiempo. Tengo por ahí más horas de tele que de música pero me es más familiar la música. No sé, trabajo para pasarla bien, lo peor es aburrirse porque no aportás nada más a eso que estás haciendo, estás con la cabeza en otra cosa. Y yo me aburro con facilidad de las cosas.–Y la parte humorística, ¿de dónde viene?–Vengo de una familia de humoristas amateurs, tíos y hermanos que fascinaban con sus relatos. Entonces improvisar situaciones o contar relatos es una cosa bastante natural. Fue mi entorno y todo lo que he vivido siempre.–¿Y su hija también se empapó de eso?–Sí, ella también, claro.–¿Cómo fue la experiencia de trabajar con ella?–Todo padre siempre quiere tener el estudio jurídico con sus hijos, la despensa de “González e hijos”. De todos modos, no quería que Violeta se dedicara a esto, fue de casualidad. Estábamos armando el piloto de Magazine For Fai y faltaban chicos. Mi mujer en ese momento, Nora Moseinco, le preguntó a Violeta si quería participar. Estuvo buenísimo lo que hizo y quedó. Lo último que hicimos fue La Kermex en América porque cuando fui a hacer Mañana vemos en Canal 7, la invité y me dijo: “Hasta aquí llegó mi amor”. Tenía razón y le fue fenómeno.–¿Le queda algún desafío pendiente?–Cine. Ya escribí tres guiones y estuve a punto de hacer una película pero se cayó por cuestiones de guita. Tenés que dejar todo por un año y no puedo darme ese lujo, pero ya va a llegar.

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