martes, 1 de marzo de 2011

CÓMO ES LA REALIDAD CONTADA DESDE ABAJO


Por Nahuel Gallota

De la tirada de 3.000 ejemplares, mil se repartieron gratis entre los vecinos y las restantes se vendieron a diez pesos. Con esto ya juntaron para pagar el segundo número. La redacción de La Garganta Poderosa funciona en el barrio Zavaleta, en Barracas.


La Garganta Poderosa es una revista hecha por pibes que viven en villas de Retiro, Soldati y Barracas. El primer número fue un éxito y tiene entrevistas a Riquelme, Serrat y el padre Pepe
En las reuniones previas a la impresión de la primera revista, Kiki –9 años, redactor de La Garganta-propuso cambiar las preguntas que suele hacerse un periodista para redactar una noticia. Kiki pidió que el denominado 5 w -qué, cuándo, dónde, quién y cómo-, se limite al por qué, y se re pregunte por qué y por qué y por qué. ¿Por qué, en el caso de un caso policial, un pibe de 15 años llega a portar un arma?, ¿por qué ese pibe en lugar de estar jugando sale a robar?, ¿qué fue lo que hizo que un chico caiga en la droga y en el delito?Es jueves antes del mediodía, y en una casa pintada con los colores de Cuba y con frases escritas por Rodolfo Walsh y el Che, sobre la calle Ernesto Che Guevara del barrio Zavaleta, los redactores de La Garganta no paran de hacer preguntas: ¿Por qué el vecino del barrio cuando va a buscar trabajo debe decir que vive en Pompeya?, ¿por qué los medios no se interesan en otro tipo de historias que pasan en las villas?Y las preguntas siempre llevan a la misma conclusión: que los mismos periodistas que jamás pisaron una villa hacen preguntas y se responden solos como si fuesen expertos en el tema. Parte del nacimiento de la revista tiene que ver con eso, con que ahora se formen más voces de quienes sí vivieron o viven en un barrio para contar cómo es, y para mostrar que también ocurren otras cosas. Así nació el 1º de enero de 2011, La Garganta, la revista de la ONG La Poderosa, compuesta por redactores y fotógrafos de las villas 21-24 y Zavaleta de Barracas, 31 Bis de Retiro, Fátima de Soldati y Rodrigo Bueno de Costanera. Todos cuentan con una computadora en sus casas y cobran una beca de 500 pesos mensuales. “Hacemos política porque nos dedicamos a transformar la realidad; no somos el brazo de ninguna agrupación”, dicen los integrantes de la ONG que también participan de la publicación.El primer número cuenta con entrevistas a Juan Román Riquelme, Juan Manuel Serrat, el Padre Pepe, un gran informe sobre la historia de la Villa 31 y el caso de una vecina de Zavaleta, hija de desaparecidos durante la última dictadura. Las únicas publicidades que se ven son de comerciantes de los barrios, que no se cobran. Y no hay secciones, porque según Paola, de la 21-24 “no hay cultura sin deporte, ni sociedad sin política”. Los títulos de las notas están abajo, “porque lo importante está abajo”.De la tirada de 3.000 ejemplares, 1.000 fueron gratis para los vecinos y las restantes se vendieron a 10 pesos o más -para los que quieran colaborar con el proyecto- en kioscos del Centro y de Palermo. La inversión fue realizada por La Poderosa y por distintos socios anónimos de las asambleas barriales. Con el primer número ya se paga el segundo, se destina el dinero de las becas y va aumentando la tirada.–Salió la revista a la calle, estuvimos una semana, y a la otra nos re cagaron a palos– dice Hernán, del barrio Fátima, medio resignado y con muecas de sonrisa.Detenidos en la Costa. Ocurrió en Villa Gesell, cuando estaban promocionando la revista en 105 y 3 hasta que se acercó un supuesto inspector municipal -supuesto ya que nunca se identificó- a pedir que dejen de vender la revista. Y después llegó otro que pidió lo mismo, que tampoco mostró credencial alguna. Y después vino un patrullero. El policía identificado como Javier Colloa les ordenó retirarse, pero los inspectores municipales le sugirieron que además les decomisaran las revistas. Ahí se plantaron, y al no querer entregar las revistas, llegaron los golpes de La Bonaerense. Esposados en el piso, el único apoyo que recibían era de los transeúntes que pasaban y gritaban “que los suelten”, después de haberlos visto -pacíficamente- vendiendo la revista. “Tenías que verlos. Un maestro saltó a defendernos y le pegaron entre diez policías. Arriba del patrullero se decían por teléfono ‘son todos zurdos’, ya los tenemos. Fue como una película de ficción de 30 años atrás”, cuenta un referente de La Poderosa, el más grande, de 30 años. Pasaron 24 horas compartiendo celda con detenidos por robo calificado. A la vuelta, Hebe de Bonafini los visitó para brindar el apoyo de las Madres de Plaza de Mayo.A la semana volvieron a la Costa, pero a Mar del Plata, para vender revistas el día del partido de Boca, apostando a la tapa que hablaba de una entrevista exclusiva con Riquelme. El contacto con Román había sido por su hermano, y después los chicos le escribieron una carta. La charla fue en el piso de la sala de prensa, sentados, como si fuese una charla de pibes. En la entrevista de tres páginas, se pueden leer sus opiniones sobre la baja de la edad de imputabilidad, la criminalización de la pobreza y qué le genera el Che Guevara.El Chino -que habla tan o más bajo que Riquelme- dice que de ese día se acuerda “todo”. Y que eligieron al crack por jugar en equipo, como La Garganta. El Chino es de la 31, tiene 14 años y fue quien entrevistó y quien ya le pidió en cámara de canal 7 una entrevista a Maradona. El fotógrafo de la nota a Riquelme fue Jorge, 13 años, del mismo barrio que el Chino. Dice que Román le decía “¿Y vos? ¿estás sacando fotos?”. Jorge pensaba que Riquelme no iba a querer posar con la boca abierta, y lo hizo. También creía que la entrevista iba a durar cinco minutos. –¡Y duró 46!– dice Oscar con cara de feliz cumpleaños.–Es todo un proceso, una motivación colectiva, interna, que es vital. Hacemos la revista con orgullo; lo que plasmamos es veraz, creíble, escribiendo no nos sentimos aislados del contexto social– dice Dada, peruano, también de la 31 Bis, estudiante de psicología que ya piensa en poner su consultorio en la villa el día que se reciba.–No sólo hay talento para escribir o fotografiar; hay miles de talentos en las villas, chicos que podrían tener futuro. El tema es que no tienen oportunidades y terminan siendo nada– agrega Oscar, paraguayo, 14 años, de la villa Rodrigo Bueno.–No es que sea un talento desperdiciado, sino un talento no valorado en cuanto a posibilidades brindadas por los demás– comenta un fotógrafo y docente de plástica de Fátima.El sumario de notas surge de las asambleas barriales que se desarrollan en cada villa. Allí los vecinos se acercan a los redactores y les comentan sobre algunos temas que les gustaría difundir, y que los grandes medios no muestran. Y después se debate en las reuniones editoriales. Caminando el barrio su pusieron a preguntarle a los vecinos por qué no leían los diarios. El principal argumento era que no se sentían identificados con el lenguaje, ni con la selección de noticias. Entonces, todo lo que se publica en La Garganta son cosas relacionadas con el barrio.También existe un espacio llamado Te canto las cuarenta, y en el primer número Ayelén, de Zavaleta, 14 años, le dedica una carta al periodista del canal América Facundo Pastor, por un documental presentado como un “desafío a la muerte”, en el que mezcló imágenes de otra ficción filmada en el barrio y acusó de “pirañas” a todos los chicos.–Por ese documental, los colectivos dejaron de frenar por Zavaleta, y hay casos de madres que perdieron el laburo– relata otro referente de La Poderosa–. Lo repitieron tantas veces, que una vecina volvió a la casa en la que trabajaba y la sentaron para preguntarle donde vivía, porque había dicho Barracas. Cuando aclaró las calles, le dijeron que era Zavaleta, y que preferían despedirla. Un domingo, poco después de la emisión del documental, los vecinos fueron hasta la puerta del canal para hablar con Pastor. Hubo murga, alfabetización, fútbol popular, a los vecinos de Palermo se los invitó con tortas fritas y jugo. Pastor no apareció ni atendió los llamados de los vecinos, que querían invitarlo a conocer el barrio. A partir de hoy, Facundo Pastor y sus informes no están solos: por lo menos hay otra voz para saber lo que pasa en el barrio Zavaleta.

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