jueves, 7 de octubre de 2010

"LA ESCLAVITUD TRANSATLÁNTICA FUE LA PRIMERA FORMA DE GLOBALIZACIÓN"




El politólogo senegalés Doudou Diène, llegó al país para participar en un seminario organizado por la Unesco. Dice que el sistema de valores instaurado por la Europa esclavista en las Américas persiste en el fenómeno de la trata de personas.

El racismo es una realidad de todos los continentes, pero en las Américas y el Caribe estuvo aplicado al servicio de la colonización, que fue acompañada por una justificación ideológica en la que anidó el racismo.” La contundente definición pertenece a Doudou Diène, politólogo senegalés, relator especial sobre racismo de la ONU hasta 2008 y creador de programas de la Unesco, como la Ruta de la Seda y la Ruta del Esclavo. En su visita a la Argentina para participar en el seminario internacional Huellas y legados de la esclavitud en las Américas, organizado por la Cátedra Unesco de Turismo Cultural y la Universidad Nacional de Tres de Febrero.
En un español mezclado con francés, inglés y la inconfundible cadencia africana, Diène compartió en exclusiva su experiencia con Tiempo Argentino. “En la esclavitud transatlántica estaba la primera forma de globalización”, fue una de sus afirmaciones.

–¿En qué consiste el proyecto la Ruta del Esclavo?
–El programa fue creado hace 15 años con dos objetivos principales: recuperar la historia de la esclavitud e intentar determinar por qué y cómo ocurrió, recuperar, fundamentalmente, la memoria de la esclavitud. Estudiar este tema es una de las cuentas pendientes que tiene la humanidad. Ha sido olvidado o negado, incluso en África. El segundo objetivo, ahora, es estudiar las consecuencias actuales en todos los campos: humano, cultural, espiritual, económico, político.
–Fenómenos actuales como la trata de personas o lo que ocurre aquí con los talleres textiles, ¿son abordados por el programa?
–Sí, desde luego. Al estudiar la esclavitud histórica transatlántica y transarábiga, descubrimos que el fenómeno de la esclavitud es universal y actual. Porque el sistema de valores que creó la esclavitud, persiste. La esclavitud transatlántica fue la primera forma de globalización, porque el objetivo era principalmente económico: explotar las nuevas tierras de las Américas y el Caribe. Y el punto central de la historia de la esclavitud, tomar gente de una parte del mundo y llevarla a otra para explotar su fuerza de trabajo, sigue presente. Es la razón por la que el fin del proyecto es estudiar más profundamente la esclavitud moderna porque, para nosotros, no puede ser comprendida, sin comprender la esclavitud histórica.
–¿Cuáles son las manifestaciones de esa continuidad?
–El racismo es un fenómeno muy antiguo. Todas las razas fueron víctimas del racismo y de la esclavitud. El racismo contra los judíos o los árabes es muy profundo históricamente. En el momento en que Europa sale de Europa para ir a otro continente, los pensadores europeos deshumanizan al resto de las culturas para legitimar su dominación. Durante el siglo XVIII, comienzan a inventar la teoría de la deshumanización del negro, de su ausencia de cultura. Lo hizo la Europa del Iluminismo: Voltaire escribió que la piel del negro es de tal naturaleza que justifica su esclavitud. Lentamente, esta visión de jerarquía de raza, del blanco sobre el negro, fue impregnando profundamente la cultura, la mentalidad, la educación.
–¿Cómo se combate ese concepto en países como la Argentina?
–En muchos países de esta región hace falta combatir social y económicamente, las discriminaciones de la marginalización de los grupos étnicos amerindios y africanos. La segunda estrategia es cultural y ética. Debe incluirse en la historia nacional, la historia de los amerindios, hacer una historia de encuentro. En mis informes, jamás hablo de América Latina, sino de América del Sur. Porque aquella noción es una manera de negar las tres raíces de este continente: la amerindia, la europea y la africana. <


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