lunes, 21 de junio de 2010

ENTREVISTA A ARBOLITO

Por Sebastián Feijoo
La banda que articuló rock y folklore.
No fueron los primeros en combinar folklore y rock. Tampoco los más audaces. Sin embargo, nadie puede quitarle a Arbolito el orgullo de haber andado su propio camino. Desentendido de protocolos y convenciones de uno y otro género, aquel grupo de estudiantes de la Escuela de Música Popular de Avellaneda nació condenado a tocar en plazas porque eran demasiado rockeros para las peñas y no estaban dispuestos a pagar para que les dieran un lugar en el circuito de rock. Esa misma banda, 13 años después, llegará por primera vez al Luna Park el 13 de junio para un show que implica mucho más que un encuentro multitudinario con su público.
“¿Nervios? Todavía no. Supongo que nos pondremos un poco inquietos a medidas que estemos más cerca del show. Tocamos una vez en el Luna Park, pero en el marco de un festival. Esto va a ser totalmente distinto. La responsabilidad es otra. Todo corre por nuestra cuenta. No es fácil llenar el Luna, pero entendemos que es un paso necesario para la evolución de Arbolito. Así que, más allá del trabajo extra, la dedicación que exige y la presión, tratamos de centrar la cosa más en disfrutar que en andar haciéndonos problemas o exigiéndonos más de la cuenta. Al menos por ahora, lo vamos logrando”, explica Ezequiel Jusid, voz, guitarra acústica, eléctrica, y uno de los fundadores y compositores de la banda.

El show del próximo domingo será la presentación oficial de Despertándonos, el quinto disco de estudio de la banda. Arbolito promete tocar todo el álbum, sumar nuevas versiones de temas viejos y los clásicos de siempre. Jusid puntualiza: “La apertura del show va a hacerla La Chilinga, el combo percusivo de Daniel Buira. Estamos trabajando mucho para musicalmente aportar cosas nuevas. Vamos a tocar temas que nunca hicimos en vivo y también reacomodar canciones viejas al espíritu de Despertándonos. También contaremos con una puesta de luces importante, pantallas, bailarines e invitados. La idea es hacer algo integral”. El tema de los invitados genera expectativas importantes. Despertándonos, contó con la participación de Chizzo, de La Renga, León Greco y Tito Fargo. ¿Estarán también en el Luna Park? Gieco no podrá porque se encuentra fuera del país, Tito Fargo está confirmado y la presencia del Chizzo –a horas del show– sigue siendo un enigma dentro de otro enigma.

Despertándonos, implicó un salto de calidad para la banda. ¿Cuáles fueron las claves?
–Me parece que tiene que ver con que hay una evolución en la composición. Antes nuestros temas daban mil vueltas. Desde que empezamos a trabajar con Dani (Buira, líder de La Chilinga y productor), buscamos hacer rendir más las ideas. En nuestros primeros discos amontonábamos y a veces superponíamos muchas cosas. Ahora, cuando tomamos una melodía –por ejemplo– tratamos de desarrollar bien y sacarle el mejor partido. Dani fue fundamental en eso. Crecimos mucho en ese aspecto. También nos ayudó el hecho de que se trata de nuestro segundo disco editado por una multinacional, lo cual nos permitió conseguir un sonido de primera línea y una distribución en todo el país. En cuanto a la onda del grupo, seguimos el mismo camino: en la letras decimos cosas fuertes, pero sin perder la alegría y el clima de fiesta.


–Ustedes hicieron una gran parte de su carrera en forma independiente. ¿Te parece que muchas bandas agitan la bandera de la independencia, pero se olvidan un poco de ejercerla en su música?
–Hay de todo. Nosotros trabajamos diez años en forma independiente y nos resultó muy bien. Teníamos algunos prejuicios a la hora de cambiar, pero nos asesoramos y firmar para una compañía grande terminó siendo vital para seguir creciendo. Nadie nos exigió ni hubiéramos permitido que nos dijeran qué hacer con nuestra música. Y la ventaja que encontramos es que pudimos acceder a condiciones de producción que nos permiten competir en primera. La etapa independiente nos hizo ser lo que somos y estar bien parados a la hora de negociar con un sello. El respeto por uno mismo y su música se ejerce todos los días, más en un ambiente tan complicado. Pero coincido que la independencia fundamental debe estar en la música.


–La banda tiene una relación muy linda con el escritor e investigador Osvaldo Bayer.
–Sí, Osvaldo es el más grosso de todos. El nombre de la banda lo decidimos después de leer su libro, Rebeldía y esperanza, (Nicasio Maciel Arbolito, fue un cacique ranquel que se ganó un nombre en la historia al ajusticiar al racista militar alemán/argentino Federico Rauch). Antes, incluso de nuestro primer show, pero con el nombre decidido, logramos contactar por primera vez a Osvaldo. Él nos invitó a su casa y a partir de ahí generamos una relación muy linda que ya tiene 13 años. Se sorprendió de nuestras ideas y entusiasmo. Vamos a visitarlo muy seguido y compartimos momentos muy lindos. Sigue siendo una gran inspiración para nosotros.


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