viernes, 28 de agosto de 2009

¿COMO VIVIMOS LA FÉ?


La pastoral popular en la Argentina - Entrevista a Mariano Cruz (seudónimo)


En el marco de una charla que mantuvimos con el Padre "Mariano", que trabaja en una Villa, pudimos reflexionar con él sobre la pastoral popular en nuestro país y en Latinoamérica, y aprender de su rica vivencia a lo largo de todos estos años.Trabaja junto al pueblo desde mayo del 68 y después todos estos años sintetiza su pensamiento con estas palabras: "recién estoy en los comienzos, ya que todavía me queda mucho por aprender, porque se puede estar con el pueblo y pensar que se está haciendo una pastoral muy adaptada a la gente y no entender nada. Gracias al Padre Tello he aprendido mucho".El Padre, con su ritmo tranquilo, transmite paz, serenidad y certeza. La certeza de conocer a fondo la religiosidad y la Pastoral Popular por hacerla carne en su propia vida cotidiana.

¿Por qué hablamos de pastoral popular?


Por que Dios lo dispuso así, no lo inventé yo. En la Argentina y en toda Latinoamérica, si bien existen diferencias en cada país, en todos se da lo siguiente: El pueblo pide ser bautizado -y esto sucede desde hace 500 años-, millones de indios fueron convertidos por la presencia de la Virgen. Nosotros hablamos de perseverancia y ellos perseveraron en la Fe hasta el día de hoy, y esa perseverancia fue gracia y don de Dios y de la Virgen. En México, sólo para mencionar un país significativo, fueron evangelizados por la Virgen de Guadalupe que se le apareció al indio Juan Diego, y es el día de hoy que en el corazón de todo mexicano está la Virgen de Guadalupe.El 12 de diciembre, día de la Virgen en México, se oye, en boca los mexicanos, el canto a la Virgen de Guadalupe: "Desde el cielo una hermosa mañana, la guadalupana bajó al Tepeyac", cuyos últimos versos concluyen diciendo: "Desde entonces para todo mexicano ser guadalupano es algo esencial".En toda Latinoamérica, incluyendo la Argentina, hay una fuerte presencia del Cristianismo Popular.


¿Ese cristianismo popular que menciona, se diferencia de mi cristianismo o del suyo?


Sí, la pregunta es ¿en qué? Ellos tienen el mismo bautismo, tienen la misma Fe que nosotros, tienen el mismo evangelio, acatan las mismas cosas que dicen los curas, que no significa que las cumplan, pero las acatan.


Entonces, ¿por qué se diferencian el cristianismo popular del cristianismo eclesial o del cristianismo oficial?,


Porque así fue desde un principio en América, donde había una Iglesia colonial de españoles y criollos se vivía la Fe como mandaba en ese momento el Concilio de Trento y la Iglesia. Y, por otro lado, nuestro pueblo recibía el bautismo y se hacia cristiano en cuanto a la Fe y a los dogmas de la misma manera que españoles y criollos, pero no pertenecían a las instituciones de esa Iglesia colonial.Y hasta el día de hoy ha sido así. Si yo me pongo a pensar cuanta gente de la cultura popular pertenece a las instituciones de la Iglesia, apenas si llega al 1%, si cuento cuantos van a misa todos los domingos, no creo que alcancen al 5%. Sin embargo, nuestro pueblo practica el Cristianismo Popular. El cristiano popular (diferente del eclesial) no cumple los preceptos de la Iglesia, no va a misa todos los domingos, no se confiesa y comulga una vez al año, no se casa por Iglesia, pero son tan cristianos como "nosotros".


¿Si no cumplen con lo que la iglesia pide es un cristianismo inferior, de segunda?


Si el cristianismo y la Fe cristiana se mide por los medios, y sí, es menor; si se mide por el fin, que es la unión con Dios, yo creo que es mayor.


¿Por qué?¿Qué es lo fundamental del cristianismo popular?


La Fe. De ese cristianismo popular y de esa Fe surge lo que después se da en llamar la cultura popular. Y en este punto tendríamos que hablar de lo que es la cultura popular y lo que es la cultura moderna. La nuestra, porque también tenemos que decir que hay una cultura eclesial, tiene mucho de la cultura moderna pero se diferencia de ella porque la cultura moderna no es cristiana, es agnóstica, secularista, individualista y busca la riqueza en primer lugar. En cambio la cultura eclesial si bien toma cosas de la cultura moderna es esencialmente religiosa.La cultura popular a la que nos estamos refiriendo tiene como base el cristianismo popular y la Fe. La Fe en Jesucristo a través de la Estrella de la evangelización de América, que es la Virgen.


¿Cómo se relacionan la cultura popular con la cultura moderna?


La cultura popular la hace la gente, la hace el pueblo. El hombre es un animal social, no es un individuo solo y aislado, y ese animal social tiene que satisfacer ante todo sus necesidades, y para eso necesita de la familia. La primera base de toda la cultura es la familia, pero no basta con la familia, es necesario dar un paso más, se necesita el vecindario, y tampoco es suficiente el vecindario, necesitamos al pueblo, que es una estructura más amplia que el vecindario. Entonces, el pueblo es el sujeto que hace la cultura, no es la cultura la que hace al pueblo, ese es un error muy grande en el que se suele caer. Lamentablemente, en las sociedades modernas, primero está la sociedad, está el Estado, y el pueblo desaparece, yo diría que ni existe. Las pautas se establecen desde el poder para instalar una cultura digitada por él.Y vemos un pueblo organizado por ese poder y desdibujado en su verdadera dimensión.


Y cuando hablamos de Estado, estamos hablando del Estado moderno, que es el Estado que hoy se ha extendido en todas partes del mundo. En nuestro país hay más de 4000 leyes que no se tienen en cuenta, y muchísimas de ellas están caducas. Lo que está caduco no son las leyes, lo que está caduco es el Estado moderno, la crítica debe ser al Estado. Pero cuando criticamos al Estado moderno parece que fuéramos anarquistas, como si nuestra intención fuera eliminar todo Estado. El anarquismo se equivocó al decir que había que vivir sin Estado, sin Estado no se puede vivir, la pregunta sería ¿qué tipo de Estado? ¿Por qué tenemos que tener el Estado que surge de la filosofía moderna de la constitución de Estados Unidos y de la Revolución Francesa? ¿Por qué no podemos vivir en América en un Estado popular donde lo primero y principal es la persona y la relación interpersonal? Lo que digo se ve reflejado en Bolivia. Los bolivianos lo sienten adentro, no lo pueden verbalizar pero se ve en los acontecimientos que suceden en su país. Nosotros, en cambio, somos más europeos y tenemos la mente filosófica en la cultura moderna europea. Si tuviéramos que hacer un análisis de lo que es la cultura moderna veríamos como se pega de patadas con la cultura popular y con el cristianismo popular y, por lo tanto, con la Pastoral Popular. No se puede hablar de la Pastoral Popular sin hablar antes de la cultura popular, sin mencionar antes al cristianismo popular.Cuentan que en la época de la colonia los misioneros se quejaban de que los mestizos no seguían las mismas costumbres que los españoles y los criollos: no iban a misa, no se casaban por iglesia, etc.


Entonces, el rey sabiamente hizo una ley que decía: "en América es suficiente con que acaten, no importa que no obedezcan". Piensen si hoy, en el Estado moderno, se podría decir: "con que todos acaten las leyes, no importa que después no las cumplan". En esta actualidad sigue pasando lo mismo: acatan pero no obedecen. Vienen y me dicen: "padrecito nos vamos a casar por Iglesia, queremos recibir la bendición de Dios", como ya los conozco, ya tengo la respuesta: "bueno, ahora bautizan al chico y cuando tengan los padrinos vuelvan y se casan"; y vuelven porque quieren recibir la bendición de Dios, pero lo hacen a su ritmo, quizá vienen después de 20 años, con los hijos, los nietos...


¿Cómo se concilia entonces la Iglesia de hoy día con la Pastoral Popular?


La Iglesia es una sola y no existen divisiones en su seno. Nuestro pueblo no está dividido de la Iglesia. Diferenciado, sí, pero eso no es división, nuestro pueblo nunca estuvo dividido de la Iglesia. Muchas veces escucho: "Padre yo tengo fe en Dios, pero no creo en los curas". Eso es diferenciación, pero no es división. Yo creo que está Dios Padre, Dios Hijo, Dios Espíritu Santo y la Virgen María, y de ahí para abajo todos somos pecadores. Hay que tener muy claro que esa diferenciación no es división. Por dar un ejemplo: estuve cinco años trabajando en una parroquia con universitarios y con gente de clase media y alta. Allí encontré mucha más división que en el pueblo, muchas más crisis de fe, encontré mucha gente que no creía en la Iglesia o renegaba de la Fe, gente que la cuestionaba o tenía dudas de Fe. Por el contrario, desde que trabajo en la villa nunca nadie me vino a decir: "padre yo tengo problemas de Fe". Estoy en la misa y les pregunto: "¿Todos ustedes tienen Fe?" Y contestan: "Si, padrecito". "¿Ustedes conocen gente que no tiene Fe? Sí Padre... Yo también". Y les pregunto: "¿Y esa gente que no tiene Fe, qué tiene? Nada, Padre" "Pero esa gente es millonaria, tiene educación, son profesionales, científicos, ¿cómo que no tienen nada? Sí, Padre no tienen nada". Si no tienen Fe, no tienen nada. Y entonces uno se pregunta: ¿Esta gente no tiene un cristianismo de primera? Y esta gente que no tiene crisis de Fe, ¿es toda santa? No, todos pecadores. Entonces ellos tienen Fe pero se saben pecadores, porque saben también que Jesús vino para los pecadores, porque Él mismo dijo: "los sanos no tienen necesidad del médico sino los enfermos", Un ejemplo muy claro de esta diferenciación se ve en el sacramento de la reconciliación, está quien alega: "Padre yo no tengo pecados, porque no robé ni maté". En cambio, está el otro que humildemente me dice: "Padre, yo menos robar y matar me anoto en todas", una es la actitud del publicano y la otra la del fariseo. Te hace pensar mucho. Está muy clarito en el evangelio, el fariseo: "yo no tengo pecados, no soy como los demás hombres", ese no salió justificado, el otro: "Señor ten piedad de mí, que soy un pecador". Esa es la Pastoral Popular.


¿Las diferencias de las que hablamos son producto de las distintas culturas: la popular y la moderna?


Hay que aclarar que las dos culturas están muy mezcladas y entrelazadas, nuestro pueblo no vive su cultura y la cultura moderna le es indiferente. Por ejemplo, algo muy significativo de la cultura moderna es la escuela que creó Sarmiento, y nuestro pueblo, cuando Sarmiento dijo que los chicos fueran a la escuela, los mandó, no la negó por brotar de la cultura moderna, al contrario. Pasaron 150 años, y si hoy viniera Sarmiento y viera la escuela primaria diría: "siguen tan bárbaros como hace 150 años, no se han civilizado", porque hay que cambiar la manera en que Sarmiento entiende a la civilización y a la barbarie; la civilización está en el pueblo y la barbarie está en nosotros. Nuestro pueblo usó esa herramienta y la cambió. Me acuerdo que íbamos con la Virgen por un pueblito de Santiago del Estero y de pronto vemos que de una escuela sale un ramillete de chicos y detrás sale la maestra diciéndoles: "chicos, toquen a la Virgen y tomen gracia". La misma maestra les está enseñando lo que nunca tendría que haber enseñado una escuela laica. Yo creo que nuestro pueblo es así, muy mezclado, y habría que estudiar mucho la mezcla de las dos culturas de la que sabemos muy poco, cómo se mezcla dentro del corazón de la gente, Habría que preguntarse: ¿la mezcla de culturas hace perder la Fe, que es el carozo, el nervio, el ethos cultural de nuestro pueblo? Si le hace perder Fe, el pueblo desaparece, se desintegra, por lo menos la cultura popular cristiana tal como existe hoy. Lamentablemente, algo que está dificultando mucho la Fe, y son las sectas.


¿En Latinoamérica, que aceptación hay de la Pastoral Popular desde la Iglesia?


Es una pregunta que no puedo responder porque del tema conozco poco, pero creo que no es mucha la aceptación desde la Iglesia. En cambio desde el pueblo sí. La Pastoral Popular es el tronco de todas las otras Pastorales, porque no podemos pensar en ninguna Pastoral sino es desde la gente, desde el pueblo. En toda Latinoamérica, desde 1531, con la aparición de la Virgen de Guadalupe en México hasta la Virgen de Luján, un siglo después, en 1630, el pueblo fue evangelizado. Y ese mismo pueblo sigue hoy viviendo su Fe de la misma manera.Hay dos maneras de vivir la Pastoral Popular. Una es desde los curas y la Iglesia como institución, que evangeliza desde la catequesis y los dogmas, a esta Pastoral la llamamos Pastoral Popular Eclesial; la otra es la Pastoral Popular Popular, que es la que hace la gente, la que surge del mismo pueblo. Por eso el documento de Puebla dijo: "el pueblo evangeliza al pueblo". Esa frase sintetiza la Pastoral Popular Popular.


¿Cómo se relacionan la teología de la liberación con la Pastoral Popular?


En la época después del Concilio se hablaba de la Teología de Desarrollo, estaba muy en boga, y Pablo VI lo había dicho también: "El desarrollo es el nuevo nombre de la Paz". Gustavo Gutiérrez, en un viaje que hizo para dar conferencias a Europa, tiene una intuición y piensa: "no, el desarrollo no es el nombre nuevo de la Paz, es la liberación". A partir de eso empieza a trabajar la categoría de la liberación, empieza a hablar con otros y escribe el libro: "Teología de la Liberación", contraponiendo a la Teología del Desarrollo. La Teología de la Liberación recibió del Vaticano una condena muy fuerte a través de Ratzinger, apoyado por Juan Pablo II.


La principal crítica fue que la liberación del hombre es en el cielo, si nosotros no vemos que la liberación plena, definitiva y total del hombre es en el cielo y es trascendente, estamos perdidos; es la liberación que trae Cristo, todas las otras liberaciones pierden sentido. Es lo que pasa con la cultura moderna, ¿es atea? No, no niega a Dios, pero es agnóstica, toda la cultura moderna prescinde de Dios, Dios es un problema individual y personal. La cultura de nuestro pueblo es al revés, parte de la Fe en Dios, en Jesús y en la Virgen. Nuestra gente, en su cristianismo y en sus gestos culturales, ha tomado todo lo que traía de sus propias creencias indígenas y lo ha volcado en la fe cristiana. El Padre Vernazza, que murió en el año 1995, y el 21 de agosto se cumplen 10 años, escribió 15 capítulos sobre el tema y a todos los llamaba la Liberación Integral. En cada uno iba desarrollando un punto. Recién ahora vamos a ver si los publicamos porque es muy interesante ver cómo, desde la Liberación Integral, se puede unir la Teología de la Liberación con la Pastoral Popular.


¿Usted que vive la pastoral cotidianamente, hay un espacio permitido en la Iglesia argentina para la Pastoral Popular o de esto no se habla?


Muy lúcida la pregunta. Para contestarla hay que hacer primero algunas distinciones. Hay que mencionar que, según el Documento de Pastoral Popular de San Miguel del año 69, la Pastoral Popular es una prioridad; si no somos una secta. Luego la Pastoral de la Iglesia no siguió la línea propuesta en el Documento de San Miguel, y tomó otro camino. Ya han pasado 36 años y todo lo que se ha hecho de Pastoral Popular han sido esfuerzos que no contaron con el impulso necesario de todo el Episcopado argentino, sí de algunos obispos y sacerdotes, pero pocos.


Lamentablemente la Pastoral Popular es mayormente entendida desde una visión que trata por todos los medios de adaptarse pero en definitiva es una pastoral totalmente equivocada.


Esta Pastoral Popular se traduce en ir con la gente pobre para enseñarles la doctrina y para atraerlos a la misa, a la parroquia y a las instituciones, es la "Pastoral Popular Eclesial". La verdadera Pastoral Popular es la que hace la gente, donde la figura del sacerdote es estar en el pueblo pero no sólo estar con el pueblo, eso no alcanza, hay que descubrir la Fe y la cultura popular, y eso es lo más difícil de lograr. Por suerte, en los últimos años, sobre todo desde que asumió el Cardenal Bergoglio, se abrió un espacio para la Pastoral Popular y el tema está instalado.


Para concluir, queríamos quedarnos con las palabras del Padre: "recién estoy en los comienzos ya que todavía me queda mucho por aprender..." En estas simples y profundas palabras se encierran una gran verdad y un ejemplo para todos. Vivir nuestro trabajo pastoral y nuestra propia vida con la humildad de sabernos aprendices y de estar junto al otro en una relación de igual a igual. Está Dios Padre, Dios Hijo, Dios Espíritu Santo y la Virgen María, y de ahí para abajo todos somos pecadores.

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